El Aborto.

Hoy por hoy muchas mujeres, en defensa del aborto dan diversos motivos para realizarlo. El principal de ellos es el abogar que "tienen derecho a hacer con su cuerpo lo que deseen hacer".

Primero pensemos en lo siguiente. Cada ser humano esta compuesto por 46 cromosomas, 23 provistos por el padre y otros 23 provistos por la madre, en suma, 46 cromosomas diferentes de Papá y de Mamá.

Esto significa que estamos ya desde el momento de la concepción frente a un NUEVO INDIVIDUO que no pertenece ni al padre ni a la madre. Cuyo huésped es el útero materno en el cual se desarrollará este nuevo ser ÚNICO y Diferente a cualquier otro ser sobre la tierra.

Un segundo argumento es que una mujer violada "tiene derecho a quitar de sí el producto de esa violación" ¿Sabias tú que Rut, pariente directa de Jesús era moabita y fue producto del incesto? ¿Que hubiese pasado si por dicho incesto no hubiere nacido quien sería mas tarde Jesús, nuestro redentor?

Un tercer motivo es la "discapacidad o defectos que el feto pueda traer", la pregunta es ¿cuántos de nosotros debiéramos haber sido abortados por nuestros defectos? PUES TODOS LOS TENEMOS!!

¿Qué es el aborto?

El aborto es la terminación del embarazo por métodos quirúrgicos (mecánicos) o químicos. Existe el aborto espontáneo, el cual es un proceso natural que ocurre generalmente por cuestiones fisiológicas de la madre, por algún accidente o por alguna malformación genética del pequeño, pero éste es algo no planeado por los padres y por lo tanto no es un crimen. En cambio, el aborto inducido no es otra cosa que un asesinato. Es la madre la que generalmente "decide", por razones de índole económica, moral o simplemente por no sentirse "preparada", terminar con la vida de su hijo no nacido y asiste a un lugar en el cual puedan terminar con la vida de su pequeño, aun antes de que pueda salir de su vientre.

Cada año más de 500,000 personas son asesinadas de esta manera en todo el mundo. El aborto se practica desde que el producto tiene unas pocas horas de haberse formado (embrión), o se realiza en una etapa posterior (feto), o en etapas tan tardías como 8 meses y medio (bebé), cuando apenas faltan unas cuantas semanas para el nacimiento. Esto es aún más terrible, puesto que existen casos de pequeños de tan sólo seis meses de gestación que con los cuidados adecuados logran sobrevivir y son perfectamente normales. En este folleto no mencionaremos los salvajes métodos que se utilizan en esta práctica demoníaca, pero lo cierto es que aquellas personas que no vean al aborto como lo que en realidad es, un cruel asesinato a sangre fría, seguramente son personas "sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno" (2ª Timoteo 3:3).  Lamentablemente nuestra sociedad está equivocada y ve esta práctica como algo perfectamente aceptable, considerándolo simplemente como el derecho que toda mujer debe tener para decidir respecto a su propio cuerpo.

Como se realiza un aborto.

DESARROLLO DE ARGUMENTOS.

1.- En la Biblia no dice explícitamente “No abortarás”, pero sí dice “No matarás”

“No matarás.”

(Éxodo 20:13)
“… no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío.”

(Éxodo 23:7)

Cuando se está cometiendo un aborto se está matando a un ser inocente. ¿Y cómo negar esta afirmación? Definitivamente cuando se está abortando se le está dando muerte a un ser vivo ¿Y ese ser vivo acaso no es un ser humano? Y si estoy matando a un ser humano, me convierto en un homicida; y la Biblia dice:

“Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”

(Apocalipsis 21:8)

Ahora, lo más terrible de todo esto es que no solamente estamos hablando de matar a un ser humano, sino de matar a un inocente.
¿Matando a un inocente? ¡Claro! ¿Acaso fue culpa del niño su gestación? ¿Él pidió venir al mundo? No. El niño no pidió venir al mundo ni ha cometido mal alguno. Más bien, los responsables de la situación son los padres biológicos (o por lo menos uno de ellos), pero en ningún caso la culpa recae en el niño.
¿Qué culpa tiene la criatura por nacer?

2.- Dios nos conoce desde que somos embriones y ya tiene un plan para los niños aún no nacidos.

“Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.”

(Salmo 139:16)

El salmista declara que aún en el vientre de su madre, los ojos de Dios ya estaban en él, aún cuando solamente era un embrión. ¡Dios nos tiene en cuenta aún cuando somos embriones!

¿Qué es un embrión?
Veamos cual es la definición de “embrión” según la RAE:

“1. m. Ser vivo en las primeras etapas de su desarrollo, desde la fecundación hasta que el organismo adquiere las características morfológicas de la especie. 2. m. En la especie humana, producto de la concepción hasta fines del tercer mes del embarazo.”

 

Cuando nos referimos a “embrión” estamos hablando del ser que ni siquiera está visiblemente desarrollado; es el ser que se forma en las primeras etapas del embarazo. Y es aquí donde se cometen muchos abortos, ya que los abortistas consideran que un embrión no es un ser humano al que se le deba considerar como tal… pero Dios tiene en cuenta a esos diminutos seres como personas y desde ya nos conoce como personas.
Así es, siendo embriones o fetos, Dios ya nos estaba mirando y ya tenía planes para nuestras vidas. Como ejemplo de ello, podemos citar las palabras del profeta Jeremías y del apóstol Pablo, los cuales tenían un plan trazado para sus vidas desde el vientre de sus madres.

Dios conoció y santificó al profeta Jeremías antes de que este se formase en el vientre de su madre. Su plan ya estaba trazado: Ser profeta a las naciones.

“Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo: Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.”

(Jeremías 1:4-5)

Veamos lo que dice el apóstol Pablo acerca de sí mismo:

“Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí,

para que yo le predicase entre los gentiles…”

(Gálatas 1:15-16)

Dios apartó al apóstol desde el vientre de su madre, para que cuando naciese y fuere grande, fuese el apóstol que predicó a Cristo a todo el mundo.
Si Dios conoce y tiene un plan de vida para ese niño que se está gestando, ¿Quién se podrá atrever a interrumpir la obra de Dios?

3.- Solo Dios puede impedir un nacimiento

“Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero. Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre? ”

(Génesis 30:1-2)

El poder dar a luz o no hacerlo no es “un derecho” de las madres, sino es una facultad que solamente tiene Dios en su poder. Solo él puede otorgar o impedir el fruto del vientre.

4.- Es el mismo Dios quien nos forma desde el vientre materno

“Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre.” (Salmo 139:13)
“Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo escogí.”

(Isaías 44:2)

El proceso de multiplicación de células, creación de órganos, arterias, extremidades; todo ese proceso lo hace Dios. ¿Quién se atreve a interrumpir este proceso destruyendo y matando lo que Dios estaba construyendo?

5.- En la ley de Moisés se pagaba vida por vida un aborto provocado

“Si algunos riñeren, e hirieren a mujer embarazada, y ésta abortare, pero sin haber muerte, serán penados conforme a lo que les impusiere el marido de la mujer y juzgaren los jueces. Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida.”

(Éxodo 21:22-23)

Si bien la ley de Moisés era sólo aplicable en los tiempos del Antiguo Testamento (antes de Jesucristo), hago mención de esto pues esta ley nos deja una enseñanza de fondo universal: Dios le da tanta validez a la vida de un ser nacido como a uno no nacido. Si un hombre mataba a espada a otro hombre, el tal debía se muerto a espada también; así mismo un hombre que provocaba un aborto él debía pagar con su vida, dejando como lección que la vida de ese niño es tan importante como la de un ser nacido y adulto.

6. ¿Podemos decidir sobre nuestros propios cuerpos?

Ahora bien, también estamos engañados respecto a la idea de que uno puede decidir respecto a su propio cuerpo. En realidad, si lo consideramos bien, ningún ser humano tiene potestad sobre su propio cuerpo, desde el momento en que no puede decidir su forma, su tamaño o su color de antemano. Cierto. Por medios artificiales uno puede modificar "un poco" su apariencia, y algunos artefactos manufacturados por el hombre pueden suplir la función de algún miembro o ayudar al correcto funcionamiento de un órgano; sin embargo, es Dios el que determina nuestra forma, como si nos tratáramos de vasos de barro: "Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?" (Romanos 9:20,21).

Seamos sinceros ¿Acaso podemos reclamarle algo a Dios? Él nos formó y así como la obra de nuestras manos no tiene el derecho de reclamarnos nada, tampoco nosotros podemos reclamarle algo a Dios: "Vuestra perversidad ciertamente será reputada como el barro del alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: No me hizo? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: No entendió?" (Isaías 29:16). Algo que debe quedarnos muy claro es que Dios es el que nos formó. Dios es el creador de todos nosotros y el nos formó desde el vientre de nuestras madres: "Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas" (Salmo 139:13-16).

7. El plan de Dios: La vida

La Palabra de Dios es muy clara al respecto: Él quiere que tengamos vida: "El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Juan 10:10).

Un pasaje conmovedor, nos muestra el amor que Dios tiene para nosotros, la obra de sus manos, y parece señalar a aquellas madres que creen tener la capacidad de decidir sobre la vida o muerte de sus hijos: "¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti" (Isaías 49:15). Algo que debemos tener muy claro es que Dios es el que da la vida "Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Jehová. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios" (Isaías 66:9). A la luz de este pasaje debemos preguntarnos ¿somos más sabios y poderosos que Dios para impedir el nacimiento?

8. La decisión no es nuestra: Es de Dios

Una cosa que nos debe quedar muy clara es que el único que puede quitar la vida es Dios: "Jehová mata, y él da vida; él hace descender al Seol, y hace subir" (1ª Samuel 2:6). "Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo sano; y no hay quien pueda librar de mi mano" (Deuteronomio 32:39). Es por eso que no depende de nosotros decidir respecto a la vida de aquellos que no han nacido. Simplemente, es algo que no nos corresponde y además es un mandato de Dios: "No matarás" (Éxodo 20:13). En caso de hacerlo nos estamos apropiando del papel de Dios y nos hacemos acreedores al castigo divino: "Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda." (Apocalipsis 21:8)

El aborto es un pecado a los ojos de Dios. Ojalá que todos aquellos que están a punto de tener un hijo, recordaran que los hijos son una bendición de Dios: "Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer" (Génesis 25:21).

 

En resumen… ¿Qué crees que opina Dios de todo esto? ¿Qué opinará al ver que se derrama sangre inocente? Esto es lo que opina:

“Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente.” (Proverbios 6:16-17).

Material complementario en: http://www.antesdelfin.com/abortofrente.html

ATENCIÓN!!

El siguente video es recomendable sólo para adultos.

Fuentes: sitios cristianos de Internet.