¡Vivir en el Espíritu!

                         Gálatas 5:16-17

 La fe se vive en un constante estado de lucha contra los poderes del mal. Aún así la lucha se torna mucho más difícil de lo que debiera, ya que nuestros deseos y pasiones combaten en nuestros miembros contra cada no de nosotros.

La Libertad que hemos alcanzado en Cristo es muchas veces desafiada y la perdemos debido a nuestro deceo constante de ir en busca del mal. Es el hombre el principal culpable de escoger el camino más malo. Pablo indica en el ver. 1 “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”.

1.      la expresión máxima de la libertad es la capacidad de elegir.

^{Vers. 13}Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros

2.      Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.

Para Pablo existe una gran dificultad en su Ser. (Él pecado que mora en mí… el cuerpo de muerte), aquel deseo que es contra el Espíritu

A estos deseos de la carne se les llama Obras

Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas;

Consecuencia:

Acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes,  que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios

3.      El deseo del Espíritu contra la carne

Pablo vuelve a repetir… existe una lucha entre deseos… necesidades… gustos que se manifiestan en nosotros y que oponen entre sí, para que no hagamos lo que queremos.

²²Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, ²³mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Consecuencias.

• Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
• Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
• No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros,
• envidiándonos unos a otros.